"Dionisios es el dios de las metamorfosis, lo uno de lo múltiple, lo uno que afirma lo múltiple y se afirma en lo múltiple. «¿Entonces quién?», siempre es él. Por eso Dionisios calla seductoramente: el tiempo de ocultarse, de tomar otra forma y cambiar de fuerzas. El «Lamento de Ariadna» expresa esta relación fundamental entre una forma de preguntar y el personaje divino presente bajo todas las preguntas, entre la pregunta pluralista y la afirmación dionisíaca o trágica." (Gilles Deleuze)

“Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones; y Él las regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.” (Apocalipsis 19, 15)

"¡Vosotros, hombres audaces que me rodeáis! ¡Vosotros, buscadores indagadores, y quienquiera de vosotros que se haya lanzado con velas astutas a mares inexplorados! ¡Vosotros, que gozáis con enigmas! ¡Resolvedme, pues, el gran enigma que yo contemplé entonces, interpretadme la visión del más solitario! Pues fue una visón y una previsión: - ¿qué vi yo entonces en símbolo? ¿Y quién es el que algún día tiene que venir aún? ¿Quién es el pastor a quien la serpiente se le introdujo en la garganta? ¿Quién es el hombre a quien todas las cosas más pesadas, más negras, se le introducirán así en la garganta?- Pero el pastor mordió, tal como se lo aconsejó mi grito; ¡dio un buen mordisco! Lejos de sí escupió la cabeza de la serpiente: - y se puso de pie de un salto. - Ya no pastor, ya no hombre, - ¡un transfigurado, iluminado, que reía! ¡Nunca antes en la tierra había reído hombre alguno como él rió!
Oh hermanos míos, oí una risa que no era risa de hombre, y ahora me devora una sed, un anhelo que nunca se aplaca. Mi anhelo de esa risa me devora: ¡oh, como soporto el vivir aún! ¡Y cómo soportaría el morir ahora!" (Así Habló Zaratustra / Friedrich Nietzsche)

"Mas tú, sigue hasta el fin; descansarás y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días." (Daniel 12:13)

domingo, 24 de marzo de 2013

"Se agazapa, se echa como león, o como leona ¿quién se atreverá a despertarlo?" (Números 24:09)

0 comentarios
 


Morir así, como un día lo vi morir, al amigo que relámpagos y miradas divinas lanzó en mi oscura juventud. Atrevido y profundo, un bailarín en la batalla; El más risueño entre los luchadores, el más serio entre los vencedores, manteniendo un destino sobre su destino, duro, meditabundo, premeditante. Estremeciéndose porque vencía, exultante porque muriendo vencía, dando órdenes mientras moría y ordenaba que se aniquilase... 
Morir así, como un día lo vi morir. Venciendo, aniquilando...
(Última Voluntad. De los Ditirambos de Dionisios / Friedrich Nietzsche)

lunes, 11 de marzo de 2013

Danza de las Gopis, Radha Y Krishna

0 comentarios

Dentro del bosque, el lugar circular de aquella danza estaba deliciosamente rociado con aloe, azafran, sándalo y almizcle. Cerca había numerosos lagos placenteros y jardines llenos de flores; gansos, patos y otras aves acuáticas nadaban en las cristalinas superficies y por doquier había mangos y plátanos. Y Krishna, al ver aquel claro y las aguas frescas en las que podían lavarse las fatigas de la pasión, sonrió y tocó la flauta para convocar a las gopis al amor.
Radha, al escuchar la melodía en su morada, se quedó inmovil como un árbol y su mente se desvaneció en la contemplación de un único objeto. Cuando se recuperó y volvió a escuchar el sonido de la flauta, se agitó. Se levantó. Se sentó. Después, olvidando todos sus deberes, salió precipitadamente de la casa y, mirando en todas direcciones, se apresuró en la dirección de donde procedía el sonido con el pensamiento puesto en los pies de Loto de Krishna. El esplendor de su cuerpo y el brillo de sus joyas iluminaron el bosque.
Las otras gopis, sus treinta y tres compañeras, también fueron asaltadas por la pasión al escuchar la flauta y, olvidando sus deberes de esposas, se dirigieron al bosque -las mejores de su raza-. Eran iguales en edad, belleza y vestido, y cada una iba seguida de muchos miles: Shushila, de dieciseis mil; Madhavi, de once mil, etc., hasta sumar novecientas mil. Muchas llevaban guirnaldas en las mano; otras, sándalo; otras, almizcle; muchas portaban oro; otras, azafrán; otras, tejidos. Por el camino, cantaban el nombre de Krishna y cuando llegaron al lugar de la danza, lo que vieron era mas maravilloso que el cielo, radiante a la pura luz de la luna.
Una suave brisa llevaba el perfume de las flores, las abejas zumbaban por todas partes y el arrullo de los cuclillos habría seducido los corazones de los santos. Las mujeres estaban turbadas. Y el señor Krishna vio con placer que Radha, como una joya entre todas, se aproximaba con miradas traviesas. Su paso seductor, majestuoso como el porte de un elefante, hubiera perturbado la mente de un yogui, pues estaba en la flor de su juventud, devastadora. Sus caderas y nalgas eran maravillosamente grandes; el color de su piel era commo la flor de la champaca; su rostro era la luna de otoño; llevaba el pelo sujeto con una guirnalda de fragantes jazmines; y cuando vio que el joven Krishna, maravillosamente oscuro, la estaba observando, turbada, se cubrió la cara con el borde de su vestido, pero una y otra vez le devolvió la mirada y, herida por la flecha del Amor, se sintió tan estremecida de arrobo que casi desfalleció.

(Brahmamavaivarta Purana, s.XIV)




domingo, 10 de marzo de 2013

In-Versión

0 comentarios

Autos, jets, aviones, barcos
se está yendo todo el mundo
¿ves cómo la Cruz del Sur
está cambiando de rumbo?
Por el Ecuador y el trópico
el Sol saluda a nueve vagabundos
porque en tierra nadie queda,
la verdad es que se está yendo todo el mundo.

(Letra: Charly García / Seru Giran)



El Comienzo del Fin / breve crónica de una experiencia

0 comentarios


Terminal del 114 en Barrancas de Belgrano. 21.30 hs del Jueves 28/02/2013, apoyado sobre el poste de la parada.
Ella pasa, me sonríe y se acerca (con un leve aliento a alcohol):
- Ella: ¿crees en Dios?
- Yo: Si...
- Ella: ¿Y qué es para vos Dios?
- Yo: Un ser
- Ella: (Silencio) Es el comienzo del fin.
- Yo: (asiento con una sonrisa)
- Ella: Quiero estar preparada
Llega el colectivo
- Yo: (susurro algo en su oído que mantendré en la intimidad)
-Ella: (me confiesa algo que dejaré también en la intimidad)

Jamás el amor había penetrado mi pecho antes de esta manera. Tal vez en el fin la vuelva a encontrar, tal vez antes, tal vez nunca.

(ariEL)