"Dionisios es el dios de las metamorfosis, lo uno de lo múltiple, lo uno que afirma lo múltiple y se afirma en lo múltiple. «¿Entonces quién?», siempre es él. Por eso Dionisios calla seductoramente: el tiempo de ocultarse, de tomar otra forma y cambiar de fuerzas. El «Lamento de Ariadna» expresa esta relación fundamental entre una forma de preguntar y el personaje divino presente bajo todas las preguntas, entre la pregunta pluralista y la afirmación dionisíaca o trágica." (Gilles Deleuze)

“Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones; y Él las regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.” (Apocalipsis 19, 15)

"¡Vosotros, hombres audaces que me rodeáis! ¡Vosotros, buscadores indagadores, y quienquiera de vosotros que se haya lanzado con velas astutas a mares inexplorados! ¡Vosotros, que gozáis con enigmas! ¡Resolvedme, pues, el gran enigma que yo contemplé entonces, interpretadme la visión del más solitario! Pues fue una visón y una previsión: - ¿qué vi yo entonces en símbolo? ¿Y quién es el que algún día tiene que venir aún? ¿Quién es el pastor a quien la serpiente se le introdujo en la garganta? ¿Quién es el hombre a quien todas las cosas más pesadas, más negras, se le introducirán así en la garganta?- Pero el pastor mordió, tal como se lo aconsejó mi grito; ¡dio un buen mordisco! Lejos de sí escupió la cabeza de la serpiente: - y se puso de pie de un salto. - Ya no pastor, ya no hombre, - ¡un transfigurado, iluminado, que reía! ¡Nunca antes en la tierra había reído hombre alguno como él rió!
Oh hermanos míos, oí una risa que no era risa de hombre, y ahora me devora una sed, un anhelo que nunca se aplaca. Mi anhelo de esa risa me devora: ¡oh, como soporto el vivir aún! ¡Y cómo soportaría el morir ahora!" (Así Habló Zaratustra / Friedrich Nietzsche)

"Mas tú, sigue hasta el fin; descansarás y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días." (Daniel 12:13)

martes, 8 de noviembre de 2016

Valhalla, estoy llegando!

"En el horizonte de lo infinito. Hemos dejado tierra, ¡nos hemos embarcado! Hemos cortado los puentes, o más aún, ¡hemos dejado la tierra atrás! Desde ahora, ¡ten cuidado, barcaza! A tu lado se extiende el océano; por supuesto, no siempre brama y a veces se despliega como seda y oro y como un ensueño de la bondad. Pero llegan horas en que reconocerás que no tiene límite y que no hay nada más espantoso que el infinito. ¡Pobre pájaro que te sentiste libre y que ahora chocas con los barrotes de semejante jaula! ¡Desgraciado de ti si te asalta la nostalgia de la tierra, como si en ella hubiese habido más libertad, ahora que ya no hay "tierras!"
(La Gaya Ciencia. Aforismo 124 / Friedrich Nietzsche)



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